De Rocío Montero Oropeza
Buenos días.-
Es un hecho que el no conocer la historia nos obliga a repetirla.
Este país luchó para iniciar el camino de la libertad y dejar de ser colonia.
Luchó para ser una país de trabajadores y no de jornaleros, un grado más estos que esclavos; luchó para dejar atrás la tiendas de raya y los golpes y la tortura.
Y en todas las luchas la libre expresión es el primer paso; la libertad de opinar es una necesidad de la inteligencia .
Ahora tenemos el regreso del terror. El absolutismo y la dictadura. Los religiosos correligionarios del dogmatismo, del sin sentido. La aprobación de leyes contrarias a la libertad, la invasión de la policia en los domicilios.
Crecer implica interrogar al pasado y a los hechos presentes, implica dudar, aceptar que todo puede ser mejor ó por lo menos diferente, y esto es la libre expresión.
Pero el temor a la crítica, la negación total a la autocrítica, la desesperación en la rapiña; llevan forzosamente a silenciar, a amordazar , a destruir las ideas, el pensamiento y la opinión.
¿Cómo ser tolerante en el dogmatismo religioso?
¿Cómo ser república cuando un partido fundamentado contra el laicismo nos gobierna?
Resultó que el dogma no solo sustituyó sino complementó a la corrupción. Resulta que criticamos al presidente Chavéz por cerrar una televisora, cosa que hizo de frente; y aquí el presidente Calderón fingue no saber que pasa en el propio país que gobierna tras bambalinas en los acuerdos de los oscuros rincones y de las componendas de los adeudos.
Carmen tiene razón debemos de cambiar actitudes y ser congruentes a los valores cívicos fundamentales: la libertad , la responsabilidad y la democracia.
En este 2008 agregué a mis deseos y compromisos la promoción y defensa del derecho de pensar, de opinar, del derecho de diferir y de la obligación de asumir la tolerancia.
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